Yo me vine a Paris desesperado, por no ver en Madrid a cierta ingrata. Las fajas tenebrosas del techo, que irradiaba tristemente aquella luz de cueva submarina; y esa continua sucesión de cosas que así en el corazón como en la mente acaban por formar una neblina! IX entre un humo que surcan llamaradas, despide la feroz locomotora un torrente de notas aflautadas, para anunciar, al despertar la aurora, una estación que en feria convertía el vulgo con su eterna gritería, la cual, susurradora y esplendente, con las luces del gas brillaba enfrente; y al llegar, un gemido lanzando prolongado y lastimero, el tren en la estación entró seguido cual si entrase un reptil a su agujero. Y haciendo yo castillos en el aire, o, como dicen ellos, en España, la referí, no sé si con donaire, cuentos de Homero y de Maricastaña. En mis cuadros risueños, pintando mucho amor y mucha pena, como el que tiene la cabeza llena de heroínas francesas y de ensueños, había cada llama capaz de poner fuego al mundo entero; y no faltaba nunca un caballero que, por gustar solícito a su dama, la sirviese, siendo héroe, de escudero.
Desconocido Si tu belleza fuese medida en dólares serías millonaria. Anónimo Por una mirada tuya sería capaz, de robar al cielo las estrellas, Por un roce de tus labios en los mios, sería capaz de quitarle el brillo a nuestro sol, por tenerte sería advertido de entregarme al cielo y, convertirme en estrella para guiar a tu alma y, alumbrar asi el vereda de tu vida. Desconocido Si la belleza fuese segundos, tu serías 24 horas. Anónimo Si tus ojos son la ventana de tu alma, quiero vivir en la apartamento de tu corazón. Anónimo Son tus labios el borde de una copa, que quiero llenar de ternura. Desconocido Cinco calles he cruzado seis con el entrebarrera, solo me falta una para llegar a tu corazón. Desconocido El ósculo es una sed loca, que no se apaga con beber, se apaga con otra boca que tenga la misma sed.