Íntimas

Reflexiones Sobre la Soltería Mujeres Solteras

Llamar a mujeres solteras 259302

La Provincia Solteros a los la nueva moda Viven la cuarta década de su vida con total libertad. Priorizan su realización personal y profesional antes que formar una pareja o tener familia. Hedonistas, para ellos la soltería no es una carga sino un sinónimo de independencia. De fondo, se escucha a un disc jockey pasar los hits de los Ella celebra sus Una unión con ella misma, con sus logros, su éxito laboral y su estabilidad emocional. Al igual que muchas personas cercanas a las cuatro décadas, esta mujer muestra un paradigma de prioridades diferente al establecido hace un tiempo. La realización profesional y el desarrollo personal cobran protagonismo frente a la urgencia del matrimonio, la vida en pareja, los hijos y la familia.

Creía haberme penetrado visto en un club swinger. Había escuchado hablar de los locales en los que se hace intercambio de parejas o simplemente amor en grupo y también sabía que se organizaban orgías entre grupos privados. Decidí probar primero con el club. Y lo intenté. He estado en la puerta dos veces. Una, no fui capaz de entrar. Y en la otra, fui incapaz de disfrutar. Te juzgan miradas, te eligen por lo que ven, no por cómo eres, no les da tiempo a saberlo.

Soy Angie, de Junín, una ciudad de la provincia de Buenos Aires en Argentina, tengo 29 años y vivo viajando desdecuando a los 24 abriles, renuncié y me fui a andar el mundo y, por lo ligero, sin intenciones de parar. No quiero decir que no estemos expuestas a mayores riesgos que si fuésemos hombres, pero sí que también somos presas de una exageración masiva. En mi caso, empecé a viajar en galán y luego seguí mi camino sola, por lo que no tuve prejuicios porque durante mis primeros años de viaje siempre me había cruzado con chicas que andaban recorriendo el globo solas y se las veía bastante felices. Las pocas veces que me he sentido insegura, siempre aparecieron personas dispuestas a ayudarme, en especial mujeres mayores que buscaban protegerme. Tengo una anécdota que ejemplifica esta sensación. Estaba en Corea del Sur a punto de tomarte mi vuelo a Mongolia. Cuando finalmente aterricé en Ulaan Baatar, y tal como me habían aconsejado, apenas salí por la puerta de inmigraciones, se me vinieron muchos hombres encima a insistirme que me afuera en sus taxis. Había leído en internet que tomarte un taxi desde el aeropuerto era carísimo, que mejor caminara hasta la autopista e hiciera dedo. Le dije que no tenía que recién había llegado, me insistía, que no importaba que plata tenía.

Leave a Reply

Your email address will not be published.