La dominatriz financiera que vive de sus esclavos monetarios Leer artículo completo 25 de julio dep. Existen personas que se convierten en esclavos monetarios porque les excita dar dinero sin recibir nada a cambio. Al practicar el BDSM, la dominatriz complace las fantasías del sumiso de muchas maneras: puede utilizar juguetes sexuales, esposarlo, azotarlo, o atacarlo verbalmente para hacerle llegar al clímax. Lo interesante de la dominación financiera es que no existe contacto físico, sino que el forcejeo de poder se realiza con transferencias monetarias. Algunas dominatrices han confesado que los sumisos no suelen ser hombres blandengues sino líderes empresariales que les seduce desperdiciar su dinero. Algunos desean que su señora controle completamente su presupuesto y les reserve sólo una pequeña mesada para sus gastos mínimos. Pero el mercado de la dominación financiera se ha llenado de falsas sumisos que solo desean curiosear o tener una experiencia sexual pasajera con una mujer dominante.
Lorena G. Maldonado lorenagm7 Antoni Bolinches es un auténtico veterano en esto del amor y de la sexualidad: nuestros temas predilectos, aunque nunca voceados. Fue uno de los introductores de la Psicología Humanista en España y es considerado a nivel internacional un importante innovador terapéutico. Viene dando guerra con un sinfín de obras convertidas en éxitos editoriales, como El cambio psicológico, Sexo sabio, Amor al segundo experimento o El secreto de la autoestima. Se refiere, muy especialmente, a ese grupo de mujeres de entre 40 y 60 años que poseen libertad económica, un alto grado de aplomo en sí mismas, atractivo, inteligencia y notoria madurez personal. Es un modelo social que fomenta las patologías personales.
Desde una perspectiva psicológica, podríamos denominar estos comportamientos como conductas desobedientes. Lejos de criticarlo, la psicología moderna nos deje muy positivamente de la desobediencia. Rebelarse es crecer, desligarse del cordón umbilical y convertirse en un individuo autosuficiente e independiente. No todo vale, hay un límite para la desobediencia.
No amén la pena maquillarte o vestirte como algún máximo a tu edad. En todas. Las amistades, la autenticidad y la libertad elenco son aspectos importantes que no hay que dejar de lado. Debes sentirte.