Muchos han vivido la mala experiencia de conocer a alguien que les atrae, pero cuando llega la prueba de fuego del beso han perdido todo el interés a consecuencia de una pésima ejecución. Aquí una lista de consejos para no meter la pata en tu próxima cita. En especial, si acabas de comerte unas patatas alioli o fumarte un cigarrillo. Lo ideal es comenzar solo con los labios y después introducir la lengua de forma suave y acompasada para no ahogar a tu acompañante. De media se suelen transferir unos 9 miligramos de agua en un solo beso, y aunque no todo el mundo produce el mismo nivel de saliva, debemos intentar que nuestra pareja no necesite una toalla. De nuevo, para conseguirlo debemos controlar los movimientos y no abrir demasiado la boca, y así conseguir tragar a la vez que besamos. Venga lo que venga después, debes centrarte en ese momento o puede que no haya ninguna otra fase posterior.
Vivimos un momento de cambios y todavía en materia sexual. Hablemos, por antonomasia, de todo lo relacionado con el sexo anal y, en general, de obtener placer estimulando esa parte de nuestro cuerpo, el punto g masculino. Por lo que antes de acompañar leyendo, no puedes perderte los mejores juguetes sexuales para gays. Ah, y si eres gay pero no te gusta el sexo anal, aquí te decimos qué hacer. El beso bruno, también llamado anilingus, consiste en usar la lengua y la boca para estimular el ano de tu galán. Se llama beso negro o rimming en inglés, de rim, hacer el aro, bordear porque se centra en estimular los bordes del ano. Kristie Overstreet, psicoterapeuta y psicóloga clínica para MensHealth. El beso negro puede acarrear la penetración de la lengua en el ano, lamerlo dando vueltas aproximadamente de la zona, o lamer y besar el resto del trasero. Esto es lo que necesitas saber sobre el beso negro y sobre cómo hacerlo o recibirlo correctamente.
Repartimos besos dobles con los consiguientes impactos de labios en la mejilla, barreduras de saliva y picos accidentales. Y no lo hacemos bien, dicen los expertos. Que levante la mano a quien su madre no le haya dicho «dale dos besos» al familiar de turno. Actualizado a las h. Muac, muac. Pero no estamos solos en esto. Cuando traspasamos nuestras fronteras, descubrimos que, por ejemplo, en Italia el orden es la mejilla babor y después la derecha, justo al revés. Y siguen siendo dos, porque en Francia y Rusia son tres, y en buena parte de América se estila dar solo uno.