Loco

Visor de obras.

Fiestas para 513264

La ropa indígena ha adquirido un valor de mercancía y ya no representa sólo la vestimenta cotidiana de mujeres indígenas, sino que circula con diferentes significados dentro de un mercado internacional que marca nuevas formas de consumo cultural, desde la concepción del cuerpo que utiliza la vestimenta para su presentación social. En este trabajo expongo un escenario de cuerpos indígenas y no indígenas, y de trajes anteriormente estigmatizados, que han sido resignificados como símbolos de demarcación identitaria étnica o nacional y han traspasado fronteras para convertirse en piezas valiosas de consumo global. Palabras clave: traje indígena, mercancías étnicas, cuerpo y vestimenta, turismo, Los Altos de Chiapas. Se usan trajes, complementos y adornos corporales para reflejar símbolos y valores culturales, significados sociales, posiciones e identidades específicas. Por medio del cuerpo nos identifica- mos y nos construimos ante los otros pero también establecemos jerarquías y distinciones sociales [ Sahlins ]. El traje indígena femenino se ha visto como un emblema étnico y como un signo visible de identificación, pertenencia y demarcación de fronteras, pero también simbolizado como un elemento de control social dentro de asimetrías y relaciones de poder que operan por medio de las expresiones corporales [ Camus ; Crain ; Hendrickson ; Otzoy ; Pooleentre otros]. No obstante, los beneficios turísticos han sido desiguales para la mayoría de la población campesina que subsiste y comercia con los escasos productos agrícolas y con la elaboración de artesanías locales de producción familiar. En cambio, otros pobladores rurales se trasladaron a la ciudad de San Cristóbal y se han convertido en taxistas, peones de la construcción o realizan actividades vinculadas a los servicios turísticos en hostelería, restauración o comercio. Para la población femenina indígena que vive en la ciudad el traje sigue marcando la frontera que delimita su pertenencia étnica, pero muchas mujeres han innovado usos, funcionalidades y significados de su vestimenta.

Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables. Pero el angelito, espantado, forcejeaba al acariciarlo la aporreado mujer decrépita, llenando la casa con sus aullidos. Una vela chica, temblorosa en el horizonte, imitadora, en su pequeñez y aislamiento, de mi edad irremediable, melodía monótona de la inquietud, todo eso que piensa por mí, o yo por ello -ya que en la grandeza de la circunloquio el yo presto se pierde-; piensa, digo, pero musical y pintorescamente, sin argucias, sin silogismos, sin deducciones. Tales pensamientos, no obstante, ya salgan de mí, ya surjan de las cosas, presto cobran demasiada intensidad. La energía en el placer crea malestar y sufrimiento positivo. Y ahora la bajura del cielo me consterna; me exaspera su limpidez. El estudio de la belleza es un duelo en que el artista da gritos de terror antes de caer vencido. El garañón, sin ver al gracioso, siguió corriendo con celo hacia donde le llamaba el deber.

Capítulo 4 La casa nueva, blanca como una paloma, fue estrenada con un baile. Empapado en sudar, guardando una distancia reverente con los dueños de la casa, estuvo varias semanas encerrado en la sala, con una bendición similar a la de Aureliano en su taller de orfebre. Todos se precipitaron a la sala. Ese fecha el italiano almorzó con ellos. En la sala de estar, contigua a la sala de visita, Pietro Crespi las enseñó a bailar. Pietro Crespi llevaba en esos días unos pantalones especiales, muy flexibles y ajustados, y unas zapatillas de baile.

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