Todos ellos acumulan cinco estrellas y algunos el extra GL —Gran Lujo—. Ubicaciones de ensueño Muchos de estos hoteles se localizan en lugares secretos de nuestra geografía, a los que nunca llegarías si no es siguiéndoles el rastro. Un ejemplo es La Bobadilla, de la marca Royal Hideaway Hotel, escondido en un lugar apartado de la serranía de Granada y donde todo aquel que la visita consigue parar el tiempo para disfrutar solo de su espacio. Son lugares idílicos en los que uno se inspira con sus aromas, colores y diseños. Sumando la gastronomía A estos hoteles de lujo se suma un factor importantísimo para este tipo de turismo de lujo y es, como podéis imaginar, la gastronomía. B y el Kabuki. Primero restaurante y después hotel Algunos de estos alojamientos derivan del éxito de un restaurante. Son muchos los espacios de restauración en nuestro país que, tras el éxito en sus cocinas, multiplican su éxito añadiendo un hotel de lujo.
Copywriting , Guest posting Decía una gran mujer, a la que admiro desde todo punto de vista posible, que lo contrario al lujo no es la pobreza, sino la vulgaridad. Perdería precisamente su razón de ser. La exclusividad la compra el poder adquisitivo, no hay duda de ello. No es mostrar ostentación. La clave que acompaña a todo ello es la discreción. En su lugar, invitan a su huésped a vivirlo, a experimentarlo por sí mimo. El turismo de lujo hace tiempo que no vende habitaciones, ni cenas, ni vacaciones.
Hotel Loob Texto: Carolina G. En Corea y Japón les llaman Love Hotels. Países como Chile, Argentina, Uruguay Unos y otros clientes buscan lo mismo: intimidad. Y elementos que aviven el fuego y el juego clandestino. Shhhhh: hay que guardar el secreto.