Hermosas

Ser pobre es una mierda

Liberales viciosa en 597416

Eso dicen los vagos que quieren justificar su vagancia. A mi abuelo español lo mandaron a los 13 años a la Argentina a trabajar y mantener a su familia en Galicia!!!! Eso es una mierda. Un niño que no tuvo infancia ni TV ni nada y se murió a los 50 años trabajando sin parar para darle a sus hijos argentinos aquello que el nunca tuvo sin nunca haber vuelto a ver a su familia!!! Eso es una mierda, eso es ser pobre de verdad. Y tampoco le haría ascos a rellenar unos formularios para recibir ayuda para mantener a su familia. Podríamos hacerlo de otra manera: que el empleador le suba el salario a la portorriqueña y a tu abuelo, y entre todos le pagamos al empleador un subsiduo para que el pobrecito se quede igual de rico a fin de mes. El resultado es el mismo, pero a lo mejor así no te da tanto asco la portorriqueña. Pequeñas, misérrimas, miserables personitas, almas de Contribuyente indignado «que yo pago!

Aventurerismo revolucionario Escrito: Entre el 1 de agosto y el 1 de septiembre de Fuente: Tomado de V. Un ejemplo: la evolución del señor Struve. Segundo, el asesinato del ministro del interior Sipiaguin por Balmashev [el 5 de mayo de] y el nuevo viraje de algunos revolucionarios hacia el terrorismo. Tercero y principal, el novísimo movimiento entre el campesinado, que ha obligado a quienes saben boyar entre dos aguas y carecen de todo programa a manifestarse post factum con algo, al menos, que se parezca a un programa. Todo el contenido de este artículo, notable en grado sumo, puede expresarse en dos palabras. Con tanto mayor motivo déficit reconocérsenos el mérito de que, como personas libres de la teoría que somos, defendamos a capa y acero la unión general y condenemos con fervor toda discusiónteórica de principios.

Como dice Hora al final de una entrevista que les realizó Carlos Pagni, aquello en lo que se transformó la Argentina desde mediados de la década de en adelante no estaba en ninguna de las previsiones como algo que podía ocurrir. Hubo momentos de la historia económica reciente, que no duraron, durante los cuales crecieron las exportaciones. En los dos primeros casos, el crecimiento vino acompañado de un salto importador que alimentó los mismos desequilibrios que la mayor exportación debía supuestamente resolver; en el albur de en adelante, dependieron centralmente de un salto en el precio de los commodities que no podía llegar indefinidamente. Pero en el corazón del planteo hay dos cuestiones centrales, ya presentes en las elaboraciones previas de Gerchunoff. Menem, en cambio, como parte de sobreactuar una ubicación promercado después de hacer una campaña que prometía todo lo contrario, aplicó una debut sin anestesia. Pero si esto puede haber contribuido en parte al acrecentamiento de las exportaciones porque favoreció la introducción de mejoras en el faja agrícola apoyadas en importaciones —algo que no estuvo solo determinado por la apertura económica sino también por la sobrevaluación del peso que abarató las importaciones y mejoró el horizonte de rentabilidad que podía esperarse de estas inversiones [ 3 ]— también, como reconocen los autores, favoreció un acrecentamiento de importaciones y un aumento de los desequilibrios macroeconómicos [ 4 ]. Ese sería el gran problema que explica los males argentinos. Pero su accionar sería apenas un efecto, una consecuencia. La fuga de capitales, los pagos millonarios de la deuda, las remesas de ganancias de las empresas multinacionales a sus casas matrices, y la renta agraria, muestran que el problema no es la falta de recursos potencialmente disponibles.

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