Hablar de castidad en nuestros días, incluso en un ambiente católico no resulta tan sencillo. Nos conduce hacia algo tan bello como es el poder amar a otro y poder entregarse por completo, en cuerpo y alma. Frecuentemente, conversando con jóvenes y no tan jóvenes, me preguntan hasta dónde se puede llegar en cuanto a caricias y muestras de afecto. Pareciera que como respuesta quisieran que les dibuje un mapa sobre el cuerpo del amado delimitando las zonas prohibidas de las permitidas. O que se tuviera un GPS incorporado que cada vez que ingresemos en la zona prohibida, suelte una alarma que indique la retirada. Para entender la castidad, necesitamos entender primero la sexualidad del ser humano, la sexualidad implica todo lo que el hombre y la mujer es.
Foto: Ana Luisa de la Torre 6. Aprende a pelear Indispensable. Foto: Lightwalkers Photografilm 7. Dense su propio aforo Nina Simone decía que para ella la libertad significaba vivir sin alarma. El amor puede ser una experimento atemorizante, sobre todo al principio, porque nos coloca en una situación de gran vulnerabilidad, y sin embargo, para realmente vivirlo y que tu galán pueda ser una verdadera compañera de vida necesitas ver las cosas de una forma diferente: hay que liberarse del miedo y aprender a fiarse. Cuando no tienes miedo, tu relación se vuelve un oasis de libertad en vez de una fuente de límites y restricciones. Es en ese balance que se despierta el ambición, independientemente de los años que pasen.
Empero lo que me pasó a mí fue completamente diferente. No lo sabía entonces, pero tuve lo que se llaman celos retroactivos. Su pasado, de un día para otro, se convirtió en mi presente Y las cosas se pusieron peor: con películas en mi cabeza donde la imaginaba a ella y a su ex en la cama como si eso estuviera ocurriendo ahora mismo, frente a mí. Como si ella me estuviera engañando. Su pasado, de un día para otro, se convirtió en mi actualidad. Si íbamos a comer a un restaurante me preguntaba si ella y su exnovio habían ido a ese mismo lugar antes. Y las redes sociales solo ayudaron a magnificar la sensación de frustración. Me convertí en un detective de internet. O adivinaba si eran, por el contrario, una aventura no revelada del pasado.