Hay muy buenas razones por las cuales uno ve tanta gente con tatuajes en latín, sostiene la doctora Daisy Dunn, clasicista y autora. Para comenzar, el latín es un idioma muy económico. Se puede expresar mucho en un par de palabras. A mediados del siglo I a. La versión moderna sería: Vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el ojo propio. El amor en la frase de Virgilio no es solo una emoción humana, es una fuerza divina.
Se cuenta que los atenienses hicieron un voto a Apolo si sus hijos se libraban del peligro de mandar todos los años una teoría 2 a Delos y lo cumplen siempre desde aquella fecha. La teoría empieza cuando el sacerdote de Apolo guirnalda la popa de la embarcación y, como te digo, esto ocurrió así la víspera del juicio de Sócrates. Por esto permaneció tanto tiempo en la prisión entre su condena y su muerte. No hay para mí placer mayor que recordar a Sócrates, bien sea hablando de él u oyendo hablar de él a otros 3. Empieza y procura no olvidarte de nada.
Después de la gran comida se presentó Penia 52 , solicitando unas migajas sin atreverse a pasar de la puerta. Penia entonces, instigada por su penuria, ideó tener un hijo de Poros; se acostó a su lado y fue madre del Amor. Todo lo que adquiere se le escapa sin cesar, de manera que jamás es rico ni pobre. Lo mismo ocurre a los ignorantes; ninguno de ellos filosofa ni desea llegar a ser sabio, porque la ignorancia tiene el enojoso defecto de convencer a los que no son hermosos, tampoco buenos, ni sabios, de que poseen estas cualidades, y nadie desea las cosas de las que no se cree desprovisto. Esto lo debe a su nacimiento, porque es hijo de un padre sabio y rico y de una madre que no es rica ni sabia. Tal es, mi querido Sócrates, la naturaleza de levante demonio. No me sorprende la abstracción que de él te habías alineado, porque creías, por lo que he podido conjeturar por tus palabras, que el Amor es lo que es amado y no lo que gobernante. Creo que el Amor te parecía muy bello porque lo amable es la belleza real, la gracia, la perfección y el soberano bien. Empero el que ama es de una naturaleza muy diferente, como acabo de explicar.
Campbell Morgan dijo que examinar este capítulo es como diseccionar una flor para entenderla. Si las rasgas mucho, pierdes la belleza. La supremacía del amor. Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de semejante manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Los corintios estaban enamorados con los dones espirituales, particularmente con el don de lengua. Pablo les recuerda que aun el don de lenguas no tiene sentido sin amor. Sin amor, una persona puede hablar con el facultad de lenguas, pero es tan insignificante como un metal que resuena, o címbalo que retiñe.