Featured 27 Mayo La mirada atenta de una madre al lado de su bebé hace que ella responda de inmediato con un suave toque o caricia al menor llanto o movimiento del pequeño. La madre siente lo que el bebé necesita. Escuchar con el corazón es la experiencia de una persona noble, amorosa y compasiva. Mirando a nuestro alrededor, vemos millones de personas sufriendo en silencio todos los días. Todos quieren ser escuchados. Pero el caos, tantos ruidos y el estruendo han causado mucha sordera interior y solo escuchamos algunos sonidos. Hemos perdido la capacidad de empatizar, escuchar y sentir. Lo vemos en todas partes.
Miguel lleva toda su vida profesional dedicado a los libros y ahora aprovecharemos su profesionalidad y talento para que este sello editorial siga creciendo y junto a él, sus obras y autores. Miguel Alejandro Arias Rivas es un joven venezolano, apasionado de los libros, que nació el dia 29 de agosto del año en la ciudad de Barquisimeto, estado Lara. He vivido en Venezuela toda mi biografía. Actualmente me encuentro centrado hacer agigantar a Letras de Autor y al mismo tiempo creando y desarrollando mi proyecto personal, también relacionado con los libros. Aporto mi experiencia como librero para guiar a quienes deseen guardar su meta de publicar sus propias obras literarias. En tu opinión, qué tiene que tener un libro para considerarse bueno Un libro no déficit tener nada fuera de este globo para considerarse bueno, solamente necesita un mensaje y una enseñanza, puede anatomía cualquiera, incluso la mas simple.
Hace 24 años desembarqué en esta acera Nathalie Vélez Hace 24 años desembarqué en esta orilla Por Nathalie Veléz Desde que pisé la playa y vi el bosque que a ella llegaba, supe que era el lugar que había estado buscando sin conocer que buscaba… Solitario, en mitad de la nada, en el centro de todo. Todo por descubrir, por fabricar. Tenía los pies cansados y en la cabeza mucho por ordenar y escribir. Fue tiempo despues que entendí que apenas era el primer paso del camino cuya puerta se abría ante mí. Estaba apenas en el umbral. Dediqué los primeros años a armar con palitos y hojas mi nido, mi hogar… la torre de control.
Lamentar tu cuerpo. Lirondo adosado al mío. Arrepentirse tus manos. Recorriendo mi cuerpo.