Cachondo

Encuentro digital con Rafa Bordes

Como hacer encuentros por 572229

Conocidos, desconocidos, profesionales, aficionados, genios de la literatura o juntaletras del montón. No se trata de una visión parecida de la vida, ni de una sensibilidad especial para las palabras, ni de su pasión por contar historias. Y todos ellos, que se sepa y hasta que alguien demuestre lo contrario, han sido humanos y cometido errores. La mayoría contaron con la ayuda de editores o amigos avispados que les ayudaron a corregir o disimular sus meteduras de pata. Espero que puedas detectar a tiempo estos… 9 errores típicos al escribir una novela y así puedas escribir un contenido que realmente merezca la pena ser publicado. El autor se recrea al inicio de la historia, contando cómo el personaje despierta, se levanta, hace el desayuno, piensa en sus cosas, se viste, sale de casa, llega al trabajo… Así hasta que pasa algo relevante que le arranca de su mundo ordinario y le hace vivir extraordinarias peripecias. Variantes del inicio que no termina de arrancar El idílico paisaje en el cual se desarrolla la acción no es relevante. El pasado de un personaje tiene importancia, qué duda cabe. Volveré a esta variante en el ERROR 3 El conflicto inicial no tiene consistencia como para crear la suficiente expectativa en el lector.

Pues el amigo no existe Si te viene a denunciarEl hombre ama la vida Como ama la Libertad De quien le quiera mandar Si riompemos las fronteras Al otro que vive cerca Y goza su libertad Que nos queda a los hombres Para podernos amar. Después de la asesinato de sus hijas, era la primera vez que salía sola y a solas con sus recuerdos. El bajel estaba atracando en el puerto de la isla de El Hierro. Estas flores cubrían los paramentos blancos de la fachada. Cuando el barco atracó, Martina fue una de las primeras en desembarcar, y contempló cómo el barco abría sus grandes fauces y como de ellas salían coches, camiones y autobuses. Cargó todo su acervo en un carro y se adentró en el edificio. Al deseo de poseer el objeto, Berta siempre añadía toda la parafernalia de su nombramiento y el rebuscar por todas las tiendas. Dando un golpe de timón a sus pensamientos los cambió de dirección y volvió a su tremenda realidad, cogió su equipaje de baza y subió por una amplia escala pavimentada con losetas rojas enmarcadas con mamperlanes de madera y entró directamente en el comedor de la muelle portuaria, se trataba de un galería con grandes ventanales en sus paredes este y oeste que daban paso a unas terrazas o balconadas.

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